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Érik Morales: Único mexicano en tener 4 títulos en diferentes divisiones.
La fe mueve montañas. Érik Morales la tuvo en sí mismo y el reciente sábado tuvo su recompensa al convertirse en el único mexicano en conquistar cuatro títulos del Consejo Mundial de Boxeo (WBC) en distintas divisiones. Después de reconocer "mi papá (José "Olivaritos" Morales") siempre ha tenido la razón", descolgó los guantes para confirmar que su voluntad es inquebrantable. El apodado "Terrible" nació para pelear.
El 17 de septiembre de 2011, fecha encuadrada dentro de los festejos patrios, y Las Vegas, un escenario en el que brilló de manera intensa en su etapa de triple monarca del mundo, quedarán como el hito más significativo en su legendario palmarés. Ese día, a los 35 años de edad, derrotó tras 10 estrujantes asaltos al invicto mexiquense Pablo César Cano para capturar el cinto superligero del WBC, que estaba vacante. Antes poseyó los de peso supergallo, pluma y superpluma.
A este indomable tijuanense finalmente "le convino" que el pasado 4 de abril le robaran la decisión, al discutir el titulo que tiene el argentino Marcos "Chino" Maidana, ya que de haber obtenido esa correa hubiese quedado marginado de la oportunidad de ir por la del WBC.
En 2007, los jueces "degollaron" a Érik al declararlo perdedor por puntos después de que le vimos superar en 12 rounds a David Díaz, en su patio de Chicago, al disputar la diadema ligera del WBC. Esa frustración (era su cuarto revés seguidos, dos de ellos contra Manny Pacquiao, a quien doblegó en su primer encuentro) y la insinuación de su ex promotor, Bob Arum, de que "estaba acabado", le hicieron decir adiós al boxeo y subirse hasta cerca de los 100 kilos. Ese retiro duraría poco más de dos años y medio, porque...
A inicios de 2010 causó estupefacción al proclamar su regreso y escoger como adversario al peligroso ex campeón mundial superligero el nicaragüense José "Quiebra Jícara" Alfaro, y derrotarlo en 12 difíciles episodios, el 23 de marzo de ese año. Luego superó a Willie Limond y Francisco Lorenzo para establecer el mensaje de que moriría en el ring antes de dejar de perseguir el sueño que por fin logró.
Su victoria sobre Pacquiao fue con una táctica elaborada junto con su padre... y no descarte usted que en el futuro pueda venir la que sería una cuarta confrontación con el asiático, cuya imagen se desdoró contra el veteranísimo Shane Mosley. Cuatro cinturones verde y oro -algo que parecía imposible para él todavía hace dos años-, hoy adornan su vitrina principal.
Fuente: wbcboxing.com/wbcVers/index.php
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