Las Vegas (Télam, por Roberto Pettacci, enviado especial).- El argentino Sergio "Maravilla" Martínez, el retador, y el mexicano Julio César Chávez Jr, campeón, se cruzarán mañana por última vez antes de la pelea del sábado por el título mediano del CMB, en lo que será la habitual ceremonia del pesaje.

El acto en el que Martínez y Chávez se pararán sobre la balanza se desarrollará a partir de las 13.30 hora local (las 17.30 de la Argentina), en el Encore Theatre at Wynn, de Las Vegas.

 

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Posteriormente, el argentino y el mexicano ofrecerán una última rueda de prensa antes del combate: allí, se presume, habrá otro cruce de palabras picantes, como viene sucediendo hace meses.

No es la verborragia de los protagonistas, sin embargo, lo que hace del lance uno de los más esperados de los últimos tiempos: Chávez Jr y Martínez, cada uno con sus armas, son dos de los boxeadores del momento y en el panorama mundial se pueden proyectar muy pocos combates que se pongan a esta misma altura.

En los últimos tramos de la preparación, "Maravilla" y Chávez no se mostraron durante toda la jornada.

Sí lo hicieron sus técnicos respectivos, Pablo Sarmiento el del argentino, el estadounidense Freddy Roach el del mexicano, en una conferencia conjunta en la sala de prensa del hotel Wynn.

Fue Sarmiento el que mantuvo el nivel de la polémica: "Sergio le arrancará la cabeza a Julio César Jr", amenazó, en la misma línea en que se viene expresando su pupilo.

"Quiero separar las aguas. Sergio ganará la pelea en forma clara porque es superior a su rival. Pero debo reconocer que tiene un técnico de primer nivel. Uno de los más prestigiosos del mundo", afirmó Sarmiento.

Martínez le había reiterado ayer cuando se encontraron en la charla con la prensa: "Prometo un nocaut y ojalá alguien se apiade de él, porque yo no lo haré. Le partiré la cara en mil pedazos".

En tanto, Roach -también entrenador del filipino Manny Pacquiao-contó que su pupilo realizó un trabajo previo especial porque "Martínez es zurdo", y no aventuró un resultado ni entró en el juego de declaraciones estridentes.

Queda el pesaje y nada más. Luego será la hora de la verdad, el sábado por la noche, en el Thomas & Mack Center de Las Vegas y con el título mediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en juego.