Santa Fe, Argentina: La jujeña Alejandra "Locomotora" Oliveras (62,400 kilogramos) obtuvo el cuarto título mundial en su carrera, el vacante cinturón ligero del CMB, al derrotar por nocaut técnico en el séptimo round a la colombiana Lely Luz Florez (61,900) en una pelea celebrada en el Club Unión de la ciudad de Santo Tomé ante unos 1.600 espectadores.

Oliveras con la obtención de este título superligero marcó un record único en el boxeo femenino mundial al obtener la cuarta corona ecuménica en distintas divisiones en su carrera.

Oliveras ostentó en el pasado los títulos supergallo CMB, ligero AMB, y en la actualidad es campeona pluma de la OMB.

El final del pleito se produjo en el séptimo capítulo cuando el árbitro argentino Hernán Guajardo detuvo las acciones al considerar que ya no tenían razón de ser el castigo que le estaba propinando Oliveras a la colombiana.

La múltiple campeona dominó a voluntad a su oponente desde el comienzo mediante potencia, velocidad y precisión. Florez en los primeros pasajes de la pelea respondió golpe por golpe pero Oliveras siempre llevó la mejor parte.

Florez estuvo sentida en todos los rounds desde el tercero y tal vez su rincón o el árbitro debían haber considerado parar la pelea con antelación para evitar el excesivo castigo que no tuvo razón de ser.

La colombiana hizo lo que pudo para sobrellevar el dominio impuesto por la jujeña que lució arrolladora a pesar que la visitante le marcó el ojo derecho en el segundo capítulo pero eso no fue un obstáculo.

Lejos de amedrentarse, "Locomotora" intensificó su castigo minuto a minuto y distribuyendo combinaciones abajo y a la cabeza, fue minando la resistencia de la valiente visitante, quien se sostuvo de pie solamente por su bravura.

En el semifondo, el brasileño Leandro Mendes Pinto (62,600) logró el título Latino CMB interino superligero al vencer por nocaut técnico en el décimo round al hasta entonces invicto local Juan Alberto Ríos (63,200).

El santafesino sufrió tres caídas producto del intenso castigo que le propinó el brasileño hasta que en el décimo capítulo el árbitro local Diego Linari dictaminó el final del combate.

Más tarde Ríos fue internado en el hospital Cullen de la capital de Santa Fe, y fue operado de un coágulo cerebral y según un parte médico la intervención fue exitosa y el boxeador reaccionó favorablemente y se espera su recuperación. (Télam).-