Por Carlos Irusta

 

BUENOS AIRES -- Si el nivel boxístico de un país se puede medir por sus campeones, sin dudas a la Argentina no le ha ido tan mal. En este momento, reinan Sergio Maravilla Martínez (mediano CMB), Omar Narváez (súper mosca OMB), Juan Carlos Reveco (mosca AMB) y Jesús Cuellar (pluma AMB, Interino). Recordar que en este año también tuvo un período de reinado Diego Chaves, quien perdió su corona welter Interina AMB ante Keith Thurman. Y --obviamente-- lugar importante para Lucas Matthysse, ex campeón mundial ligero junior CMB --perdió su corona ante Danny García en una de las peleas más esperadas del año-- y Marcos Maidana, quien le dio una lección a Adrien Broner para quedarse con el título mundial AMB, en San Antonio, Texas, que le valió ser considerado el deportista argentino del año al ganar el Olimpia de Oro.

Por el lado de las mujeres, hay nada más ni nada menos que 14 campeonas mundiales, cifra que pone al boxeo femenino de la argentina en un primer puesto indiscutible. Los nombres de Marcela Acuña, Alejandra Oliveras, Yesica Bopp, Yesica Farías, Fernanda Alegre o Mónica Acosta, aparecen como imprescindibles, de la misma forma en que se aguarda el regreso de Yesica Marcos y la confirmación de Débora Dionicius.

 

¿El estado del boxeo se mide solamente por los campeones mundiales en actividad? Esa es otra cuestión. Edgardo Rosani, matchmaker de Osvaldo Rivero y titular de la página Boxeo--boxing.com llevó a cabo un estudio del pugilismo profesional, hoy, en nuestro país. Según Rosani, hay en total 810 boxeadores en actividad. Claro que este número se forma contando a los reconocidos por la Federación Argentina de Box --entidad madre de la actividad nacional--, pero también a los que actúan en el Consejo Argentino de Boxeo Profesional, no reconocido por la FAB, pero que mantiene una actividad regular con sus boxeadores.

 

Según el estudio, de estos 810 pugilistas, el 70 por ciento aproximado corresponde a boxeadores afiliados a la Federación Argentina, mientras que el resto se mueve con el CAPB. De esta forma, la cifra de pugilistas que tienen actividad "oficial", plena y respaldada, son unos 550. Según Rosani, "Descontando a aquellos boxeadores que militan con las tres empresas promotoras más importantes, más lesionados, más otros con problemas de licencias, en total quedan unos 250 libres, contratables, en todo el país."

 

En este momento conviven tres empresas promotoras: O. R. Promotions a cargo de Osvaldo Rivero, Argentina Boxing Promotions, dirigida por Mario Margossian y AranoBox, cuyo titular es Mario Arano. A lo largo de casi todo el año, hay como mínimo una función televisada por semana que trabaja mayoritariamente con Rivero y Margossian. A su vez, Mario Arano tiene una función mensual con otra señal y este año se sumó un ciclo --por ahora interrumpido-- por La Televisión Pública. Resultado: más boxeadores que festivales.

 

Este compromiso semanal con la televisión --a veces, dos festivales en un fin de semana--, genera algunos espectáculos muy pobres. Y también explica el gran crecimiento del boxeo femenino, que se inserta habitualmente en las programaciones, en muchas ocasiones con peleas de poco atractivo.

 

Hay que tener en cuenta --además-- que un porcentaje de boxeadores de primer nivel, generalmente, enfrentan a rivales elegidos para cuidar sus records. Un ejemplo en contrario podría ser el choque en el que Sebastián Heiland le ganó a Billi Godoy por KO en el último asalto en Neuquén. Se generó una pelea de alto nivel, con caídas por parte de ambos que ya es candidata a ser la pelea del año, como lo fue la anterior edición, el año pasado. Este tipo de choques, en donde no hay un favorito forzoso, es casi es una excepción. "Yo le di la oportunidad, espero que me de revancha, porque esta derrota fue muy dura para mí" nos decía Godoy, quien gracias a los vericuetos del boxeo de hoy, llegó a ser el retador número uno de Sergio Maravilla Martínez, según el concepto y el ranking del Consejo Mundial del Boxeo.

 

Lo cierto es que, más allá de las dificultades para armar más de un programa de boxeo por semana --exigencias de la televisión, se entiende-- quedan nombres y situaciones.

 

Si comenzamos por los campeones, ubiquemos a cada protagonista.

Sergio Maravilla Martínez (51--1--1, 28 KO) dejó muchas dudas frente a Martin Murray (de hecho y para muchos analistas, y nos incluimos, había ventajas para el inglés) sobre todo porque su estado físico no es el mejor. Y se espera que en 2014, habrá tiempo para dos batallas finales, porque contra el Padre tiempo es imposible luchar.

 

Omar Narváez (40--1--2, 21 KO), a su vez, sigue sumando defensas exitosas, pero queda en claro que, como en el caso de Martínez, ha sufrido también él un gran desgaste luego de más de una década de reinar, y que sus rivales son cada día menos peligrosos. Narváez no piensa en el retiro, al menos por ahora, pero no sería irrespetuoso pensar que esa fecha se acerca, inexorablemente.

 

Juan Carlos Reveco (32--1--0, 17 KO) se consolida en cada pelea, aunque tampoco ha tenido grandes rivales. El mendocino hizo tres defensas en el año, incluyendo una muy buena presentación en Japón. Se menciona como rival obligatorio al nicaragüense Román Chocolatito González, quien, sin dudas, daría la medida exacta de quien es considerado uno de los mejores boxeadores argentinos del momento y el más sólido de los campeones.

 

De Jesús Cuellar (23--1--0, 18 KO) poco hay para decir en función de futuro, y mucho de su consagración, porque ganó su pelea ante el dominicano Claudio Marrero dando muestras de ambición, pegada, y determinación. Fue por puntos, y estuvo a punto de noquear. Había que ganar y ganó y solamente el tiempo dirá si este boxeador, conducido por Sebastián Contursi (quien también asesora a Marcos Maidana) se consolida, aunque condiciones tiene de sobra.

 

Lucas Matthysse (34--3--0, 32 KO) fue el gran protagonista del año en cuanto a expectativa. Tras un tremendo nocaut frente a Lamont Peterson --para muchos el nocaut del año--, llegó como amplio favorito a su pelea con Danny García, y terminó perdiendo por puntos. El fallo fue muy estrecho, y de no haber mediado una caída del argentino (que el árbitro sancionó tanto como pudo haberla ignorado) hubiera sido empate. Pero él hubiera no existe, y Matthysse --quien peleó durante medio combate con un solo ojo-- está esperando lo que le ofrezca la gente de Golden Boy para que el año que viene pueda consolidarse.

 

Marcos Maidana (35--3--0, 32 KO), cerró el año boxístico su pelea con Adrien Broner. Ganó en forma muy convincente y no solamente se consagró campeón welter AMB, sino que podría ser el boxeador del año, porque el norteamericano era amplio favorito. Su victoria ante Josesito López fue una muestra de que es un rival temible para cualquiera. Y este combate lo ratificó. Ahora pide por Mayweather.

 

Queda mencionar a los que vienen, como César Cuenca, Carlos "El Potro" Abregú --pendiente de una lesión en la mano derecha que tarda en evolucionar--, Israel Pérez, Sebastián Luján --siempre al acecho--, Luciano Cuello y Guido Pitto --que están haciendo su campaña en Europa--, Javier Maciel --quien este año hizo una muy buena pelea ante Brian Rose en Inglaterra y, aunque perdió, dejó la sensación de que puede dar mucho más--, Marcelino López, Matías Rueda o Fernando David Saucedo.

 

Pero no se puede cerrar la nota sin hacer un asterisco enorme sobre un tema novedoso, pero al que hay que observar con mucha atención, y es el de la Liga Profesional, auspiciada por la AIBA. Esta entidad, que se dio en llamar Asociación Internacional del Boxeo Amateur, hoy es totalmente profesional y de "Amateur" queda la sigla. La AIBA, ha encarado la organización de una Liga, con equipos de todo el mundo, o casi todo el mundo, en el que pueden participar jóvenes profesionales y también amateurs compitiendo entre ellos.

 

En Argentina, por ejemplo, la Federación está en estrecha relación con la Liga, como uno de los países fundadores de este movimiento. Los equipos que participan en la Liga de AIBA son mayoritariamente, franquicias privadas. Solamente las Federaciones de Argentina, Ucrania, Argelia y Cuba, participan directamente como tales.

 

Así, Brian Castaño --de hecho, ya profesional, considerado la figura con más proyección del momento--, está en el equipo de Los Cóndores. Y, junto a él, algunos amateurs como Yamil Peralta (medalla de bronce en el Mundial de Almaty) Alberto Melián, Juan Carrasco, Facundo Ghiglione o Fernando Martínez: en otro momento, ellos ya serían profesionales, pero hoy se reservan como amateurs pensando en los próximo Juegos Olímpicos, mientras que además, peleando para la Liga, también reciben dinero...

 

El tema reviste otra lectura más, aunque institucional. AIBA estaría comenzando a pedir a las Federaciones que tienen equipos inscriptos, a que opten entre ese organismo y los otros tradicionales como el Concejo o la Asociación Mundial. Ante semejante situación, no sería de extrañar que la Federación Argentina de Box, a lo largo de este año, desdoble sus roles entre el amateurismo y el profesionalismo. "Aunque de hecho --nos decía el presidente, Osvaldo Bisbal--, nuestra Federación ya lo viene haciendo desde hace más de una década, por lo que en realidad, el cambio no sería tal para nosotros"

 

En este tiempo de recambio, las nuevas caras --Yamil Peralta, Alberto Melián-- al quedarse en el campo amateur, le restan un porcentaje de renovación al profesionalismo. Y, por eso, habrá que mirar con mucho cuidado el tiempo que viene, porque el 2014 será un año de importante toma de decisiones.