DON JOSE SULAIMAN Y EL BOXEO ARGENTINO
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Sulaimán con Maravilla Martínez, tiempo de sonrisas |
LO CONOCIMOS a Don José, en forma personal, luego de haber intercambiado muchas cartas cuando no era, aún, presidente del Consejo Mundial. Le encantaba escribir cartas y -supongo- que responder a todos los que le escribíamos era también una estrategia política. Fue con su gestión como presidente que el CMB se afianzó hasta ser el organismo más poderoso y extendido del Globo. Con el boxeo argentino no tuvo, quizás, la relación que debió tener, pero no fue, justamente, por su iniciativa. En un mundo como aquel de los años 70, el boxeo estaba muy dividido en dos, según nuestros recuerdos, porque había solamente -parece mentira- dos organismos. Tito Lectoure estaba más enrolado en la Asociación Mundial de Boxeo y con Bob Arum. El Consejo, a su vez, tenía mucha más afinidad con Don King, por lo cual -sobre todo en el caso de Lectoure, férreo en sus códigos- se trabajaba con uno o con el otro organismo. Claro que los dirigentes -y Sulaimán fue sin duda, extraordinario, tanto como su permanencia en el cargo, inimaginable en el futuro- están expuestos a críticas y aplausos. Mas a la crítica que al aplauso.
Cuando pudo, don José siempre alabó y ponderó a Carlos Monzón, quien reinó también en el Consejo. De hecho, cuando se efectuó la convención del CMB en Argentina, viajó con todos los campeones a Santa Fe y descubrió una estatua, dedicada a Carlos, y donada por el CMB. Y su hijo, Mauricio, le entregó en nombre de su padre y del CMB un recuerdo y reconocimiento a Monzón, en la persona de su hija Silvia, para la pelea Martínez-Murray en Buenos Aires. No olvidemos a otro santafecino, Carlos Baldomir, quien también reinò en el Consejo Mundial de Boxeo en una de las divisiones más ricas, la de los welters, tras vencer a Zab Judah en Nueva York.
Se lo acusó muchas veces de proteger lo que pudo a Julio Chávez Junior antes de la pelea con SergioMaravilla Martínez, y el propio Sergio lo hizo, hasta que, tras la victoria de Las Vegas, volvieron a reunirse...
SULAIMAN estuvo varias veces en la Argentina. Político de raza, gran negociador, impulsor de su CMB en todos los aspectos, de trato cordial y amable, fue sin dudas uno de los grandes personajes del boxeo de todos los tiempos. No es ésta la intención ni de trazar rasgos de su vida, ni de historiar estrictamente su relación con los campeones argentinos y el CMB -no se puede olvidar, por ejemplo, a Pedro Décima o a Marcelo Domínguez, entre otros- sino, simplemente, despedirlo con un abrazo espiritual, por todo lo que hizo por el boxeo y por su entrega pasional por este deporte.
HASTA SIEMPRE, DON JOSE...
Fuente: revistaringside.blogspot.com.ar/
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