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MARAVILLA HABLO DE LA DERROTA ANTE COTTO Y DE SU LABOR

10/03/2015 - 23:41:53

 

 

Maravilla: "Sólo quiero ser feliz"

El ex campeón habló de la derrota ante Cotto, de su labor en el teatro y del futuro...

Por Carlos Irusta
ESPN.com

BUENOS AIRES -- Son las cuatro de la tarde y ahí está, puntual como siempre que puede o lo dejan. Un profesional acostumbrado a aviones, entrevistas, conferencias de prensa y -ahora- a funciones teatrales. Jeans, zapatillas de lona, remera con algunos dibujos y saco bien fit, ultra fit digamos: todo negro. Apenas unas cuotas de color en la remera. La sonrisa de siempre y la pregunta de siempre, aunque haga mucho que no estemos frente a frente como para hacerla:

-¿Café o cortado?

Cortado para nosotros, jugo de pomelo para él. Tiene dos celulares. Suena un silbidito de mensaje. "Mejor apagamos esto de una vez", dice. Es un Sergio Gabriel "Maravilla" Martínez (51-3-2, 28 KO, 40 años cumplidos el 21 de febrero, ex campeón mundial mediano WBC) legítimo.

Aunque muchas cosas han pasado desde la última ocasión en que nos vimos...

La última vez cruzó delante de nosotros sin ver a nadie, con la mirada perdida en algún punto. Detrás suyo, los locos reflectores, la loca algarabía del público puertorriqueño y un grupo de policías del NYPD escoltándolo. Venía del ring del Madison, venía de darle la mano a su vencedor, Miguel Cotto, venía de la agonía de la derrota. (ESPN  Martínez aún no sabe si seguirá peleando)

Aquí y ahora, en este hotel de lujo moderado y elegante de la zona de Recoleta -uno de los distritos más selectos de la ciudad de Buenos Aires-, estamos frente a frente. Llegó el jugo de pomelo, llegó el café. Algo desentona en la charla incipiente y es que, aunque hace apenas diez minutos que estamos frente a frente, nadie vino a pedirle una foto o un autógrafo...

Y, aunque no haga falta romper ningún hielo, arrancamos con una pregunta elemental, aunque no de forma.

-Se viene la pelea de Lucas Matthysse con Ruslan Provodnikov el 18 de abril en Verona, Nueva York. ¿Qué te parece?
-Es la chance que necesita Lucas. Una oportunidad que no puede ser la última, pero sí la forma de demostrar que puede ser un gran campeón.

-¿Y cuál fue la tuya?
-Pudo haber sido... A ver... en los Estados Unidos la de (Alex) Bulema, 8 o 4 de octubre de 2008. Esa fue mi pelea bisagra, porque era de HBO, él venía ganando en racha y por nocaut y yo tenía que ganar y demostrar... Bulema resultó ser más duro que bueno, en verdad. Pero la otra pelea clave fue la derrota con Paul Williams, porque se puede perder la batalla pero no la guerra. Por eso digo que es una prueba grande para Lucas, pero que puede haber siempre una más, depende -en el caso de la derrota- de cómo se pierda.

-Es evidentemente, una dura prueba para Lucas, pero también para el rival.

-¡Seguro! Lo que ocurre es que pelear con Provodnikov obliga a pagar un precio muy caro, porque no se rinde nunca. Pero Lucas tiene una gran capacidad y, encima, un ladrillo en la mano: no es un tipo común. Es posible que pegue más que Maidana hoy, pero porque está en su propio peso (welter junior), en cambio Maidana no está en su peso real, y está peleando con boxeadores más grandotes, más pesados que él. Lucas es un animal.

-Nombraste a Marcos Maidana...
-Maidana tiene algo que no se compra ni viene en frasquitos en la farmacia... Es que está dispuesto a pagar el precio más alto con tal de ganar, es un salvaje, tenerlo enfrente debe ser terrible. No te quiere ganar: te quiere comer el hígado, te quiere arrancar la cabeza. El Chino te pega y te lastima. Con eso, con la pegada, se nace o no; yo por ejemplo, no lo tengo.

-Tal vez por eso seas tan habilidoso.
-Bueno, "si no pega duro, si no noquea, si no encaja bien... ¿Qué le damos?", habrá preguntado la Madre Naturaleza. Bien, me dio velocidad, por ejemplo, golpe de vista.

-¿Viste a Omar Narváez cuando perdió con Naoya Inoue?

-Si... ¿De dónde salió ese japonés? Porque encima es un chico de 21 años y menos de diez peleas (8-0-0, en realidad, con 7 KO) y pega como un animal. Es un asesino. Fue una ejecución en público.

-Bueno... lo que le pasó a Narváez, caer en el primer asalto, en frío, te pasó también cuando enfrentaste a Miguel Cotto...
-Ni bien empezó, claro. Es como que en realidad, antes de que empezara la pelea, ya estaba en el suelo. Y entonces se cruzan muchas cosas en la cabeza: "¿A qué recurro? ¿A la táctica, a la estrategia? ¿Lo peleo o lo boxeo?" Y al mismo tiempo, uno piensa, "Por lo menos déjenme taparme, para que no me pegue". Esto es, te conviertes en un tipo normal, que está luchando por subsistir, porque tiene enfrente a alguien decidido a liquidarte y ya te puso en malas condiciones.

-A los dos, tanto a Narváez como vos, les paso lo mismo.
-El tema es saber qué precio estaría dispuesto Narváez -o yo-, para luchar por la pelea. Hasta dónde llega el nivel de sacrificio, de inmolación... Porque cuando caí frente a Chávez en el último round, me levanté y salí a jugarme todo por ganar, aun corriendo el riesgo de recibir una contra y volver a caer, a perder todo...

-En cambio en el Madison...
-Allá por el quinto round, frente a Cotto, no era ya la rodilla: era todo junto. El problema era yo... "Despertate", me decía a mí mismo, porque no sentía la pelea. En un momento pensé: "Ya tengo mi casa, mi madre tiene su casa, mi hermano tiene su casa, tengo mi cuenta bancaria..." Mi cabeza estaba más para eso que para otra cosa, estaba nocaut, esa es la verdad... Pensaba, "Me está mirando Kiko Martínez", un boxeador que es de mi promoción y que me admira, y me daba vergüenza. En cambio, Cotto lo único que tenía que hacer era sumar uno más uno y listo. Cuando se quiso hacer el loco, recibió una tremenda contra. Entonces, cuando llegó al rincón le dijeron: "Tranquilo, ¿Qué haces? Seguí como antes y ganas". El sí estaba en la pelea, yo no. Eso fue la verdad.

-Sin embargo, antes de subir al ring se te veía bien.
-Sí, pero hay un detalle: cuando en un equipo uno de los principales protagonistas pasa a ser el médico, es porque algo pasa... Hay algo que está fallando. Ahora, a mi regreso a Madrid, me encontraré con mi doctora Raquel Bordons, pero yo soy muy ansioso y le pido estar recuperado en un mes cuando a veces toma tres... Ella y el doctor Guillén se van a reunir para hacer unas cuantas resonancias...

Se pone de pie. Nos hace tocar su rodilla izquierda. Cuando mueve la pierna se nota que algo no está normal. Pero, cuando repetimos la operación en la derecha, todo parece sacudirse, como un gozne mal ajustado sobre su eje de rotación. "Y, encima, con toda la humedad, duele mucho. No hace falta explicar nada sintiendo cómo se mueve, ¿verdad?", dice.

-Eres ansioso y los periodistas también lo somos. Y la pregunta es si vas a volver a pelear...
-A veces, digo, me gustaría estar bien para hacer un combate más. Y luego pienso que busco con ese combate, qué tengo que demostrar... Ya cumplí los 40. Me miro al espejo y noto que tengo más entradas, más arrugas. El tema es el ego que tengo yo, que es muy jodido. Uno se anota en todo, porque cree que todo lo va a hacer bien, pero ya no tengo 20 años. El ego no me deja comprender que hay un ciclo para respetar, que ya no puedo jugar un picadito al fútbol con mis amigos, como cuando era chico...

-Pero también, ese ego fue y es tu gran motor.
-Seguro: sin ese ego no sería quien soy, eso es cierto. Pero como estoy hoy, podría hacer una pelea más: no una y media, una más. Pero si tengo que enfrentar una operación... Sucede que quitan un pedacito de hueso para injertar y luego, en el post operatorio, viene la silla de ruedas, los meses de inactividad, la pierna levantada... Ya viví eso y es horrible, sobre todo para una persona híper activa como yo.

-¿Te operarías?
-No me quiero operar más.

Vuelve a sorber su jugo: ya casi no queda nada. La música de fondo, en el hotel, se compone de viejas melodías pop dedicadas al amor. La luz llega desde diferentes ángulos y en su rostro se ha dibujado por un momento, el dolor de preocupaciones pasadas... Cuenta que, cuando estuvo en Córdoba en enero y febrero, alquiló una casa en Capilla del Monte, cerca del barrio "Los Gemelos", o sea cerca del cerro del mismo nombre. Y que, durante ese tiempo, no tuvo ni televisión ni Internet, y que eso le sirvió de mucho, que una una forma de estar más consigo mismo... Para escribir esta obra "Estuve no menos de seis meses concentrado y descuidé a todos, incluyendo a mis amigos, pero fue también una manera de sacarme las ganas de escribir lo mío, de contar mis cosas".

-¿Te fue bien con el stand up...?
-Sí, hicimos centro en Córdoba y anduve por el interior de la provincia... Cuatro funciones en Carlos Paz, una en Cruz del Eje, dos en La Cumbre, otra en Capilla del Monte... Anduvimos también por Concordia y Gualeguaychú, en la provincia de Entre Ríos, en Mar del Plata, en San Juan....

-Estos meses con el stand up te sirvieron para tener la mente ocupada en otra cosa...
-Sí, esto me ha hecho muy bien. Ojo, aunque muchos no lo crean, no hago mucho humor, La gente relaciona al stand up con el humor, pero no es para nada mi caso, ¿Eh? En el espectáculo estamos Chuli Paniagua -mi primo y mejor amigo- y Diego Fantoni, que es además mi profesor, ellos tienen diez quince minutos cada uno y yo una hora y cuarto.

-O sea que de humor, muy poco. ¿Y entonces?
-Y... relato mi vida, y recito poesías que pueden parecer extrañas, pero que son escritas por mí, y que, cuando termina la obra, todo encaja... sí, cuento mi vida... Y... bueno, no cuento más, el show se llama "A veces me dicen Maravilla" pero no puedo contar más, porque arruinaría la expectativa para que el que vaya a verme, pero el título dice todo. Porque después de todo, aquí estoy yo con mi rodilla lastimada y unas cuantas cicatrices en el alma... Salgo muy agresivo al principio y... mejor no cuento más nada, no quiero arruinar la expectativa, ya que con algunos cambios, igual voy a volver a Buenos Aires, ¡ja!

-En Madrid también te espera tu empresa promotora, Maravilla Box. ¿Cómo te llevás con eso de ser promotor de boxeo?
-Bien, muy bien. Estamos con Miguel De Pablos, que es mi socio y amigo, y hacemos funciones en el centro de Madrid, donde hay un hotel, un restaurante, un salón... En este momento tenemos varios boxeadores importantes como lo son Kiko Martínez (32-5, 24KOs) -que estaría por pelear por el campeonato mundial gallo WBA con Juan Carlos Payano- o Gabriel Campillo (25-6-1, 12 KO ex campeón mundial medio pesado, que podría enfrentarse a Arthur Beterbiev. Si bien ellos son boxeadores de Maravilla Box, también interviene Sampson Lewkowicz, de Sampson Boxing. Kiko y Campillo siguen con nosotros, claro, pero han firmado con Al Haymon, un hombre misterioso, de mucho poder y que, me parece, va a producir una explosión positiva en el boxeo de hoy, con la televisión abierta y todos los boxeadores que maneja.

-Pero debe haber otros boxeadores.
-Sí, claro, contamos con Sergio García (17-0-0, 10 KO) al que lo llaman "El Niño". Tiene un tremendo talento y a los 22 años es campeón español superwelter. También Ceferino Rodríguez (18-0-0, 18 KO): todos lo llamamos Ferino V, él prefiere que así lo conozcan. Es campeón europeo de los welters y el año pasado lo noqueó en 6 rounds a Ismael El Massoudi, el mismo al que le ganó Diego "La Joya" Cháves en Argentina, en el 2012, creo... Estamos formando un grupo interesante y competitivo, sabiendo que todo se va construyendo de a poco, especialmente cuando se trabaja bien, que es como con Miguel queremos hacer las cosas. Vale, como se deben hacer...

-Me comentabas que el 2 de mayo cumplís 20 años con el boxeo. Ese mismo día van a pelear Floyd Mayweather y Manny Pacquiao. ¿Y cómo la ves?
-Es cierto, porque entré a un gimnasio un 20 de mayo hacen ya 20 años, me parece mentira... Como la veo a la pelea... Siempre dije que ganaba Floyd y ahora tengo más seguridad que antes, porque hay que contar la derrota por nocaut que sufrió Manny frente a Juan Manuel Márquez. Yo estaba ahí y cayó enfrente de mí totalmente desmayado, como le pasó a Paul Williams cuando lo noqueé: no atinó ni a detener la caída con los brazos, cayó de cara a la lona. Me parece que, de esos nocauts, nunca es fácil reponerse.

-¿Y cómo analizas tu futuro, que cosas querés para tus próximos días?
-Sigo reciclando mis sueños. Intento ser feliz y pasarla bien y no voy a dejar de hacerlo. Pueden de estar de acuerdo conmigo o no en esto del teatro, pero... pónganse en mi lugar. Llevo veinte años boxeando. Y ahora, encuentro que escribo algo y a los productores les gusta. Cuando termino, la gente me aplaude y aplaude porque la obra es buena, no porque yo sea "Maravilla" Martínez... Cómo no me voy a sentir feliz, como no voy a seguir en esto que ahora es mío... Yo sé que muchos afirman, como si supieran, que el teatro no es mi terreno y es posible que tengan toda la razón del mundo, pero... el boxeo tampoco era mi terreno cuando empecé hace veinte años... Siempre hay un sueño nuevo y un desafío nuevo por cumplir... ¿Qué es lo que quiero para mí? Ser feliz. Quiero ser feliz...

Carlos Irusta Carlos Irusta es uno de los periodistas de boxeo más reconocidos de la Argentina. Actualmente, conduce en radio el programa Ring Side en el Aire los domingos por la noche en AM 910, La Red, y en TV es una de las voces de Noche de Combates por ESPN. Además dirige la revista Ring Side. Fue prosecretario de redacción de la revista El Gráfico. Para seguirlo en Twitter: @carlosirusta Consulta su archivo de columnas.

 

Fuentewww.espn.com.ar/news/story/_/id/2315544/maravilla-solo-quiero-ser-feliz